domingo, 20 de abril de 2014

ASCENSION AL MULHACÉN (3.479 metros)

Después de varios meses con esta ascensión en la cabeza, pudimos cuadrarnos Adolfo, Aida y yo para hacerla en los días de vacaciones de esta Semana Santa.
Adolfo dedica varias horas para idear una ruta circular espectacular. Iniciar la aproximación a la cima del pico más alto de la Península por la Vereda de la Estrella dejando el coche en el barranco de San Juan y una vez coronado el Mulhacén, ascender a la Alcazaba e iniciar el camino de vuelta por una senda que nos iba a dar la oportunidad de ver varios tres miles más de este sistema montañoso tan impresionante. 
Como luego explicaremos, la dureza de la ruta y varios factores más hicieron que no pudiéramos completar la idea original y como pasa muchas veces en montaña tuvimos que rectificar y cambiar los planes para acortar la ruta.

DIA 1: Barranco de San Juan-Vereda de la Estrella-Cueva Secreta-Prado de las Víboras

Jueves 17 de Abril: Nos encontramos con Adolfo en la localidad de Guejar Sierra, un pueblo situado a unos 20 minutos de Granada. Se ha dado un buen madrugón para llegar a primera hora del día desde Guadalajara. Aida y yo lo tenemos algo más fácil ya que la noche anterior la pasamos en Monachil situado muy cerca de Guejar Sierra.
En Guejar dejamos el coche de Adolfo y tras meter todo lo necesario para la ascensión en mi coche nos dirigimos al barranco de San Juan que es donde iniciaríamos nuestra ruta y cogeríamos la llamada Vereda de la Estrella para llegar al Prado de las Víboras que era donde teníamos planeado pasar la primera noche.



La ruta es realmente bonita!!!. Desde los primeros pasos por esta Vereda nos damos cuenta que estamos en un Parque Natural de belleza infinita con una vegetación abundante y emanaciones de agua por todos lados. 
Es un día de calor, nos protegemos bien con crema y con pañuelos en la cabeza para evitar coger posibles insolaciones. 
Llevamos todo lo necesario para pasar tres-cuatro noches en la montaña, comida, barritas, geles, leche condensada, cafe, pasta, sopas,chocolate,frutos secos..., y todo el material propio de montaña como crampones,piolet, tienda de campaña, esterillas,sacos,bastones...Esto hace que el peso de las mochilas sea considerable, en torno a unos 20 kg, que hace que todo sea un poco más duro de lo que hemos hecho hasta ahora. Decidimos no subir agua para no incrementar este peso e ir rellenando nuestros bidones en el río primero y deshaciendo nieve a medida que incrementamos la altitud.

















Son unos primeros kilómetros muy agradables, gozando mucho de la ruta, de la temperatura, de la compañía, qué mejor forma de pasar estos días que en un entorno de tal magnitud...Pronto llegamos a un castaño centenario conocido como "el Abuelo" y tras unos pocos kilómetros más aparece la estampa  en forma de v que tanta veces había visto por la web y que nos enseñaba nuestro objetivo de la ruta, la cima del Mulhacén.







Tras varias horas de camino el cuerpo nos pide un descanso y decidimos parar a comer cuando lleguemos a "Cueva Secreta". La tenemos sólo para nosotros, sólo queda sacar el gas e infiernillo para prepararnos a degustar un buen plato de tallarines al pesto.

Con las fuerzas cargadas iniciamos la marcha. A partir de ahora es cuando empezamos a superar realmente el desnivel necesario de este primer día de ruta. Las piernas empiezan a ir cansadas y el cuello y espalda empiezan a quejarse por el peso de las mochilas.
Sobre las 18.00h llegamos a lo que llaman el "prado de las Víboras", sitio elegido por Adolfo en el diseño de la ruta para montar la tienda de campaña y pasar la primera noche. Es una llanura muy agradable, a la orilla del río, a los pies de los picos Mulhacén y Alcazaba, justo antes de encontrarnos con los primeros neveros de nieve, a unos 2.200 metros de altitud.
Nos organizamos, mientras Adolfo y yo limpiamos el terreno de toda piedra que pueda amargarnos el descanso, Aida va calentando agua para hacer la cena. Nos relajamos y nos sentamos a planear el día siguiente. La temperatura es agradable y nos permite cenar fuera de la tienda.
Para el día siguiente teníamos claro que habría que madrugar para coger la nieve lo más dura posible y evitar desprendimientos de placas en los corredores que teníamos que superar.
Debatimos y tras conversar con unos montañeros que iban a hacer noche un poco más avanzados que nosotros decidimos poner el despertador a las 4.00h para empezar a andar a las 5.00h de la madrugada. Por tanto a las 20.00h ya cenados nos metimos en los sacos para intentar dormir el máximo número de horas posible. Nos metemos los tres en la misma tienda, cabemos bien, sin ningún lujo claro está. La luz del día todavía se filtra por la lona de la tienda, el sonido del agua del río nos acompañaría toda la noche. No es hasta las 22.00h más o menos cuando conseguimos dormirnos.


Datos técnicos de este primer día
Punto de partida: Barranco de San Juan (1.200m)
Punto de llegada: Prado de las Víboras (2.280m)
Desnivel positivo: 1.080m
Tiempo: 8h incluyendo descansos

DÍA 2: Prado de las Víboras-Laguna de la Mosca-Cima-Siete Lagunas

Tal y como habíamos planeado nos despertamos a las 4.00h y ponemos en marcha toda la maquinaria. Hace algo de frío, aunque se soporta bien con la ropa adecuada. Calentamos agua y preparamos café dentro de la tienda,  una barrita de chocolate y listos para recoger y emprender la marcha.
La noche está en perfectas condiciones. Luna llena que ayuda a nuestros frontales a ver el camino, nada de viento y frío soportable. Adolfo conoce perfectamente por donde ir, paso a paso avanzamos, pronto nos encontramos con el primer desnivel acusado del día. Una vez superado descansamos, tenemos que cruzar el río y buscamos la zona más segura para hacerlo. Nos tenemos que poner los crampones, saco los míos y cuando los dejo en la pendiente para cerrar la mochila veo que empiezan a rodar hacia abajo...DIOS!!!!!!, salgo detrás de ellos montaña abajo como alma que lleva el diablo, la pendiente es muy acusada y los crampones no paran de rodar..., Adolfo y Aida gritándome que me parara pero yo aseguraba mis pasos y seguía intentando alcanzarlos. Hacen amago de detenerse en una roca, estiro el brazo, no sólo no los cojo sino que les doy el último empujón para que siguieran ladera abajo. Me paro, las piernas me tiemblan por la tensión acumulada, es momento de pensar. Me pongo los crampones de Aida y bajo por el nevero por el que habían rodado para abajo, Adolfo me acompaña por el lateral del nevero a unos 20 metros de distancia de mi. Sigue siendo de noche, la luz de los frontales no te permite ver más de 2 metros delante de ti..., es como buscar una aguja en un pajar. Es un momento crítico, sin crampones la ruta se termina, no puedo entender como he sido tan torpe.... Pasan los minutos y no vemos nada, todo el desnivel que habíamos superado Adolfo y yo lo estamos perdiendo por la maldita búsqueda..., pero de repente Adolfo los ve!!!, anclados en una roca que por fortuna había detenido el descenso en mitad de la pendiente más o menos. Menudo subidón!!!, ha merecido la pena la búsqueda y aunque hemos perdido mucho tiempo en ello, posibilitaba seguir con nuestros planes.
Cruzamos el río sin incidencias y como todas las recomendaciones sugerían nos desplazamos hacia la derecha para llegar a la Laguna de la Mosca.



Empieza a amanecer y la ruta empieza a hacerse durísima. La nieve está en un estado apropiado para nuestras intenciones. Empezamos a ascender corredores infinitos, con mucha pendiente y escalar por rocas con cierta dificultad técnica. Adolfo abre huella y yo me quedo pendiente de Aida. Se nos hace muy, muy largo. Cada cuatro pasos el cuerpo nos pide descansar, sin embargo no podemos parar en exceso ya que la pendiente de los corredores hace que no estés seguro cuando estás parado. Aida sube bien, está llena de fuerza, a su paso... tengo mucha tensión acumulada, nos pedimos concentración mutua constantemente, el peso de las mochilas empieza a ser insoportable.
Miramos para abajo y nos anima ver todo el desnivel que hemos salvado, sin embargo, miramos para arriba y vemos a Adolfo casi en miniatura lo que indica que el camino que queda sigue siendo largo.
Gran momento de crisis psicológica para mí, estoy agotado física y mentalmente..., llevamos andando 6 horas y no hemos hecho ni un tercio de la ruta del día...
Seguimos avanzando y con muchas dificultades llegamos a la Laguna de la Mosca situada a unos 2.900 metros. Era el momento de hacer un buen descanso. Las zonas más delicadas y duras ya las habíamos superado por lo que la moral se dispara y nos animamos entre todos. El sol empieza a aparecer en nuestros rostros. Teníamos pensado cargar los bidones en esta laguna, pero el agua está congelada por lo que nos toca deshacer unos cuantas pelotas de nieve.





Tras el descanso seguimos ascendiendo. Abro huella para dirigirnos hacia el collado del ciervo desde el que iniciaríamos el ataque a cima. Invertimos otro par de horas en llegar a este collado y realizamos un nuevo descanso a unos 3.120 metros. Aquí tenemos cobertura, realizamos las llamadas pertinentes a familiares para decir que estamos bien y empezamos a ver muchos montañeros que por otras rutas persiguen el mismo objetivo que nosotros. 



Desde aquí a cima el camino es menos tenso, nos quitamos los crampones porque en este lado de la montaña hay menos nieve. Es una última parte que discurre salvando grandes rocas situadas a modo escalera que peldaño a peldaño te llevan hasta la cima. Así lo hacemos..., la cercanía del objetivo empieza a pesar más que el cansancio acumulado. Parece cerca pero nunca llega. A las 13.00h, tras haber empezado a andar a las 5.00h y tras superar 1.200 metros de desnivel llegamos al punto más alto de la Península Ibérica, el techo de nuestro país sin contar con las islas canarias.
Estamos muy contentos, ha sido un día durísimo pero eso hace que la sensación gratificante de ahora sea superlativa!!!!, fotos de rigor, Adolfo pregunta por las intenciones que teníamos para los siguientes días e iniciamos el descenso por la otra cara de la montaña para dirigirnos a la zona de Siete Lagunas y buscar un sitio apropiado para montar la tienda y pasar esta segunda noche.




A las 16.00h encontramos el sitio que consideramos más apropiado para montar tienda. Tiene que ser sobre la nieve, estamos a altitud de 2.900 metros y no se divisan zonas sin nieve. Nuestra intención de hacer cima al día siguiente en La Alcazaba nos "obligaba" a no seguir descendiendo ya que todo lo que bajáramos ahora sería subir al día siguiente.
Una vez montada la tienda pasamos ciertos momentos de tensión. Todos estamos muy cansados. A Aida no le hace gracia dormir sobre la nieve ya que le preocupa coger frío que por su asma le afectaría especialmente. Barajamos otras opciones pero dada la hora que era, lo cansados que estamos y lo mojado que estaba todo nuestro material decidimos que lo más prudente era hacer noche en esta zona tal y como teníamos planeado.
A las 18.00h estamos dentro de la tienda y empezaría lo que para mí será la noche más larga y angustiosa de mi vida aunque sobre esto no entraré en detalles en este espacio.

Datos técnicos de este segundo día
Punto de partida: Prado de las Víboras (2.280m)
Punto de llegada: Cima de Mulhacén (3.479m)-Siete Lagunas(2.900m) 
Desnivel positivo: 1.199m
Desnivel negativo: 579m
Tiempo: 11h incluyendo descansos

DÍA 3: Siete Lagunas-Trevelez

A las 5.00h nos ponemos en marcha. Hemos decidido dar por finalizada la expedición. Estamos encantados de lo vivido hasta ahora y el cansancio acumulado junto con esta última noche hace que no nos apetezca seguir con el plan original.
Con los frontales en nuestra cabeza iniciamos el descenso hasta lo que creíamos que nos llevaría al refugio de Poqueira donde teníamos pensado preguntar para llegar al pueblo más cercano. Esta cara de la montaña no la conocemos, no estaba pensado en nuestra ruta acudir a ella. Sin embargo tenemos claro que seguir las huellas de bajada nos llevaría a algún lado.
Fue una bajada excepcional, la disfrutamos muchísimo, andar en la noche en solitario en medio de tanta montaña no tiene precio.
Acabamos en un pueblo precioso de la alpujarra granadina llamado Trevelez. Con las fuerzas justas nos dirigimos a preguntar a cualquier lugareño la forma de llegar a Guejar Sierra que es donde habíamos dejado los coches. Malas noticias, estamos a 110 km de este pueblo. No hay autobuses directos, tendríamos que bajar a Granada situada a 95 km en un autobús que sale a las 16.00h y desde ahí coger otro autobús a Guejar Sierra. Son las 9.30h. Tenemos claro que no queremos esperar tanto. Aunque eligiéramos la opción de los autobuses luego tendríamos que dirigirnos al barranco de San Juan ya que las llaves del coche de Adolfo están dentro del mío.
Preguntamos por otras opciones. Acabamos cogiendo un taxi que nos cobra 150 euros por llevarnos a nuestro destino. Bien pagados están!!!

Datos técnicos de este tercer día
Punto de partida: Siete Lagunas (2.900m)
Punto de llegada: Trévelez (1.476m)
Desnivel negativo: 1.424m
Tiempo: 4h incluyendo descansos

Conclusiones: a pesar de no haber completado la idea original, creo que la satisfacción que me invade es mayor si cabe. La noche de Siete Lagunas hizo que me sintiera muy pequeño en este mundo por decirlo de alguna manera. Hemos sido un grupo de amigos y compañeros, superando momentos de tensión física y emocional entre todos que creo que nos unirá más de cara al futuro. 
Cuando escribo estas líneas tengo unos sentimientos difíciles de explicar. Me encuentro en Jaén, rodeado de toda mi familia y estoy saboreando cada momento de forma más especial e intensa que antes de esta expedición.
La verdad es que de momento no quiero oír hablar de montaña ni de otras posibles rutas aunque estoy seguro que en breves días se me pasará, porque la mezcla de todas las sensaciones que se viven en una expedición de éstas sólo las encuentro en esta actividad y enganchan y mucho!!