lunes, 30 de abril de 2012

ASCENSION MONTE PERDIDO INVERNAL.PARTE I

Después de tres meses preparando este nuevo reto, llegó la hora de partir hacia el Pirineo, donde nos esperaba uno de los parajes más bonitos que se pueden visitar en nuestro país.
Tras las últimas compras de comida y aprovisionamiento del material de montaña necesario salimos de Guadalajara el Jueves tarde los cuatro componentes de esta expedición, Adolfo, Lechu, Sergio y Javi.
El plan estaba muy bien definido: llegada a la localidad de Torla el Jueves para hacer noche, etapa de aproximación al refugio de Goriz durante el día del Viernes e intento de cima y vuelta a Torla pasando de nuevo por Goriz para el Sábado.
La llegada a Torla sería en torno a las 12 de la noche, rápida acomodación en las habitaciones del hotel y tras una buena cena con buen vino y buenas risas nos acostamos algo más tarde de lo pensado.
El día siguiente empieza a las 8.30h, disfrutando de un perfecto desayuno buffet que nos cargaría de energías para afrontar la primera etapa del camino, algo más de 4 horas de camino para llegar al refugio de Goriz.
Esta primera etapa no es excesivamente dura, aunque el buen número de kilómetros, la lluvia y la nieve que nos acompañó durante todo el día hicieron que llegaramos al destino con ganas de descansar.
Para inciar la ruta se nos permite dejar el coche en la zona denominada "la Pradera". Nada más salir del vehículo te das cuenta de donde te encuentras, todo lo que contempla tu vista es una maravilla, estás dentro del parque nacional de Ordesa.
Perfilamos todas las mochilas y material necesario, llamada de atención del guarda por los decibelios de la música del coche y primer gesto raro de los muchos que se producirían cuando comentamos con él que nuestra intención era atacar la cima del Monte Perdido la mañana siguiente.


Sabíamos que las previsiones meteorológicas no eran las más adecuadas, pero desde el principio la estrategia estaba clara: "andaremos hasta que la montaña nos lo impida". Nadie nos iba a quitar la ilusión que llevábamos y mucho menos unas previsiones meteorológicas... como dice Adolfo: "están manipuladas por el Gobierno".
Con el poncho puesto y toda la ropa impermeable que teníamos comenzamos a andar sobre las 11.00h de la mañana bajo una leve pero insistente lluvia.
Al comienzo de la ruta hay una especie de altar con una Virgen, le guiñamos un ojo para que nos proteja y seguimos el sendero. Era inevitable estar parando cada dos por tres, el paisaje está increible, agua por todas partes, cascadas, río bajando con fuerza, animales, te sientes tan pequeño dentro de tanta montaña que no puedes parar de comentar con los compañeros de expedición lo afortunados que somos por poder contemplar tanta naturaleza en estado puro.

















Tras dos horas de camino empezamos a divisar las gradas de Soaso, una especie de escaleras clavadas en la montaña provocadas por la erosión de la climatología. La llegada a la "Cola de Caballo" es un subidón de adrenalina. Se trata de una cascada mágica cuya agua que desprende puedes acariciar y dejarte llevar por su ruido ensordecedor.

cola de caballo

Tras las fotos de rigor nos dirigimos a uno de los puntos delicados de la jornada, la zona de "las clavijas". Son cadenas literalmente incrustadas en la roca que debido al desnivel en esta parte de la montaña tienes que utilizar para poder seguir realizando la ascensión. El peso de las mochilas, el viento y el agua de la lluvia impregnada en las cadenas hizo que tuviéramos que estar muy concentrados para evitar cualquier tipo de percance. De uno en uno y guardando cierta distancia de seguridad superamos esta parte sin demasiados problemas.

Adolfo subiendo por "las clavijas"

Nos encontramos con Luis, uno de los dueños del refugio donde ibamos a pasar la noche. Nada más y nada menos que iba a bajar a "la Pradera" a por verdura para luego volver a subir..., vamos cosas de "superhombre".



Poco después empezamos a pisar las primeras nieves, la lluvia se transforma en una ligera nieve y tras una hora más o menos llegamos a Goriz. Bien, muy bien, hemos llegado en el tiempo estimado, sin acumular demasiado cansancio y a una hora que nos permite pasar una tarde relajada después de cambiarnos de ropa y estar al calor de una estufa cuyo combustible son cáscaras de almendras...Ohhhhhhhhhhh, que placer...quitarte las botas, ponerte ropa seca y compartir unas cervezas frescas con tan buena compañía en un refugio a más de 2.200 metros rodeados de montaña y aire puro.
Nos recibe Ben, el cocinero del refugio. Un auténtico crack, creo que en realidad se llamaba Jose Luis, pero le llamaban Ben por su parecido a Benicio del Toro..., la verdad es que había que tener imaginación para ver dicho parecido...
Tras risas y batallas, Ben nos confirma que esa noche el refugio es para nosotros sólos, que por las previsiones se han caído muchas reservas y es la segunda persona que no le encaja nuestro propósito del día siguiente. En cuanto le comentamos la idea de hacer cima no puede evitar que se le dibuje una sonrisa pícara en su cara, así que nosotros también nos reímos pero sin que nuestra moral se vea afectada lo más mínimo. Nos confirma que no hay huella, que durante la semana lo han intentado 5 personas y no ha sido posible. No pasa nada, sabemos que el hecho de que no haya huella hace que el esfuerzo sea mucho mayor pero nuestra cabeza sigue intacta.
"Ben, otra ronda"..., empiezan a caer cervezas... y a las 19.30h nos sirve la cena. Pasta, arroz, carne, ensalada, fruta en almibar..., vamos todo un lujo de cena. Llegan las 22.00h y decidimos irnos a dormir, el despertador al día siguiente suena a las 6.30h. Dormimos los cuatro juntitios para mitigar la ausencia de calefacción y salvando ciertos bufidos de alguno que otro todos conseguimos dormir decentemente bien...


DATOS TÉCNICOS HASTA GORIZ.

Inicio de la ascensión : 1320 metros.

Refugio de Goriz:         2195 metros.

Desnivel acumulado :    875 metros.

Distancia recorrida:      15,54 km

Tiempo:                       5:09:46


Primer día. Aproximación a Goriz, ruta fácil hasta la Cola de Caballo, a partir de aquí hay que salvar un desnivel de 438 metros en sólo 3 km, elegimos las famosas "clavijas de soaso" que salvan un desnivel de 30 metros en poco más de 7 metros de distancia. A partir de las clavijas se anda por un sendero con fuerte desnivel hasta llegar al Refugio de Goriz a 2195 metros de altitud.








1 comentario:

  1. Sergio, te dejo el enlace a la ruta que nos hicimos el sábado...
    http://connect.garmin.com/activity/178406751

    Mediano

    ResponderEliminar